En este retiro exploraremos cómo usar nuestra práctica de mindfulness para asentarnos, para encontrar la calma en mitad de la tormenta y permanecer estables en el ojo del huracán.

En el océano, las tormentas pueden azotar la superficie del agua y desencadenar grandes mareas y oleajes, pero debajo de toda esa confusión y caos, en la profundidad, las aguas están en calma. Todo sucede al mismo tiempo. 

En nuestras vidas, en este momento de pandemia,  quizá nunca antes hayamos tenido que manejar tanta incertidumbre y a tantos niveles, vivir tantos desafíos. Es fácil que estos desafíos nos arrastren en una marea de agitación, pero al igual que el océano, podemos conectar con una calma más profunda bajo esas olas frenéticas. Muchas veces, sin duda, quedaremos atrapados con nuestros pensamientos y sentimientos agitados, pero después podemos volver al momento presente a través del cuerpo o la respiración, volver a la calma, a la estabilidad. 

 La consciencia plena y la presencia no harán desaparecer, por arte de magia,  las tormentas de nuestras vidas, pero nos facilitan el acceso a la estabilidad que yace dentro de nosotros. 

Este retiro nos ofrece muchas oportunidades para observar y reconocer nuestras experiencias mentales y físicas, como aparecen, pasan, desaparecen.  Algunas serán agradables, como la calma, la paz, la estabilidad.  Otras serán neutrales, apenas se notarán.  Otras serán desagradables, como la ira, el aburrimiento, el miedo, la preocupación o el dolor físico.  ¿Podemos darles la bienvenida a todas?  Tal vez no podamos y luego nos damos cuenta de eso también…

De esta manera, aprendemos a estar estables exactamente como somos, con lo que aparezca, momento a momento