«Juntos en la distancia»- Testimonios 2





Equipo MBCT Spain

Continuamos con los testimonios y las reflexiones de los participantes de «Juntos en la distancia».

Dar las gracias a cada una de las personas que han compartido sus experiencias y también a las que no lo han hecho pero que han formado parte de esta experiencia.

En primer lugar, quiero agradecer esta oportunidad que nos ofrecéis para expresar todo lo que ha significado “Juntos en la distancia”, porque tenía la intención de escribirle a Estrella, aunque con dudas de si era pertinente o no.

Para mí ha sido muy importante compartir este espacio y este tiempo con todos vosotros y vosotras, creo que es algo que no olvidaré y recordaré junto con la experiencia del COVID-19.

Me incorporé en el segundo día y he fallado muy pocos, incluso bastantes me he sentado con todos vosotros mañana y tarde.

En los primeros días de esta situación, yo viví una locura, tanto en lo profesional como en lo personal.

En lo profesional, porque trabajo en una residencia de personas con diversidad funcional física en el puesto de dirección (o de facilitadora como me gusta más llamarlo, ya que mi misión es facilitar la vida a 20 personas residentes y el trabajo a 30 personas que trabajan allí) en la que en los primeros días había mucho miedo e incertidumbre que sostener, además de la mía propia. Jornadas extenuantes de trabajo, con una demanda brutal por parte de toda clase de organismos públicos preocupados en contener el contagio, requiriendo documentos, planes, información actualizada,… y dando instrucciones a aplicar de inmediato, sin tener los medios, ni la información, ni la preparación necesaria.

Por otra parte, en lo personal, mis padres mayores a 100kms de distancia y mi hija en una Italia que parecía que se iba a desmoronar de norte a sur.

Para mí era como un escenario de un mar embravecido con olas inmensas, que cada mañana a las 7 y media, justo antes de irme a trabajar, y cada tarde a las 6 y media yo surfeaba con un grupo de gente…Gente que en muy poco tiempo fue convirtiéndose en personas de rostros familiares, compañeras y compañeros y finalmente en comunidad, en sangha, por la que me he sentido sostenida en los momentos de zozobra, en humanidad compartida.

Habéis sido mi ancla, mi retiro, en el que cada día estabilizaba y paraba mi mente, en el que mi cuerpo recibía una atención consciente y recobraba una presencia amable, y en el que mi corazón encontraba calidez y refugio.

Cada sesión ha sido un regalo, una enseñanza, un aprendizaje. El regalo de la calma, la serenidad y del cuidado; enseñanzas de presencia amable, de apertura, de aceptación, de transitar por la incertidumbre, de aceptar la impermanencia, y un aprendizaje de que todo eso está en mí y que, gracias a vosotros y vosotras, lo he recordado.

No me cabe más que agradecer lo vivido con vosotros y vosotras. Y muy especialmente, por hacerlo posible, por mantenerlo, por su generosidad, a Estrella, a Taravajra, y a ese equipo comprometido que ha estado ahí sesión tras sesión y a los colaboradores de la Red Española de Programas Estandarizados basados en Mindfulness y Compasión.

Ojalá pueda despertar más mañanas con vosotras y vosotros.

Un abrazo grande de corazón,

Ade

Testimonio de Adela

Cuando comenzó la pandemia; y más concretamente el confinamiento, empecé a pensar fuertemente que no tenía el control; que vendría una crisis económica sin precedentes (cosa que ya es casi normal en argentina), y que la falta de actividad laboral iba a provocar la pérdida de muchos trabajos, incluido el mío. Sentía por momentos depresión, por momentos, angustia, por momentos ansiedad, desesperación, intranquilidad… y por momentos, todo eso junto…. Todas estas emociones y sensaciones, no son nuevas en mí. Son recurrentes, pero se vieron potenciadas por la cuarentena.

La posibilidad de hacer las prácticas a diario, al principio a las 2:30pm de argentina y luego por el cambio de uso horario; a las 1:30pm, me ayudó a sobre llevar toda esa marea de pensamientos que al día de hoy solo fueron suposiciones que no se concretaron y que me arruinaron la vida por varios días.

La mente, incansable, con una energía casi inagotable, eterna, no para, no se detiene, no tiene freno y en mi caso, con pensamientos por costumbre, casi siempre tóxicos y negativos, juzgando cuanta cosa pasa, situaciones y personas…

Hasta que en un destello de Mindfulness, intercepto ese parloteo, la música neuronal, y casi como a tientas, en una habitación oscura; encuentro el switch que apaga el murmullo. Y de pronto, escucho el silencio”,ese silencio que ilumina, el ahora”, el aquí,” ese silencio que genera la Claridad de la NO mente.

Esto fue lo que viví los últimos 40 días de práctica casi ininterrumpidas. En las primeras prácticas, estuve disperso con mucha dificultad para apagar la música en mi mente, pero con el correr de los días, de repente; el silencio…, la salida del piloto automático… la conciencia plena, que genera espacios, que abren los ojos del ser y todos esos pensamientos de no hacer, improductivos e innecesarios… y por lo tanto tóxicos en sí mismo, … se diluyen.

La única forma de lograr abrir ese espacio, es con práctica de Mindfulness, y una vez abierto el espacio,.. el silencio, y casi simultáneamente siendo consciente de esto; podemos generar a voluntad, pensamientos positivos… y a partir de aquí es cuando comienza el trabajo de auto-compasión y la rueda comienza a girar…y pasa de un círculo vicioso, hacia el otro lado, en un virtuosismo que implica mucho entrenamiento.

Aprendí que cuando logramos colar por la hendija del ruido y anclarnos en el presente, No sólo nos damos cuenta de lo crítico y prejuicioso que somos con nosotros mismos y con los demás, sino que casi a voluntad, podemos generar pensamientos Bondadosos, esperanzadores, positivos, elevando hacia nosotros mismos nuestra autoestima.

Todo esto no es un invento mío; me lo enseñaron en los cursos de MBCT y MSC, que tomé con Magdalena Caceres y Mariela de la Fuente, y estoy muy agradecido a la vida por haberlas conocido. Gracias, No me canso de decirlo

Con el mindfulness aprendí a encontrar el interruptor que lleva la mente de encendido a silencio, lo difícil es saber darse cuenta cuando hace falta accionarlo…

Habrá que acostumbrarse de aquí en adelante a esta nueva normalidad.

 

Gracias al MBCT-Spain por todos estos días de práctica.

Gracias por tanta generosidad, por tanto tiempo de dedicación y desinterés.

Gracias eternas gracias a todos los profesores que entregaron su pasión, su tiempo y esfuerzo para que esto fuera posible.

Gracias a Taravajra que me parece un ser extraordinario, iluminado, con sus prácticas tan precisas y concretas en ese español, mejor hablado que muchos de nosotros. Y además me parece a la distancia una persona muy simpática y querible.

Gracias a Marta Alonso que me parece extraordinario su trabajo.

Y finalmente, gracias a ti Estrella por esta iniciativa tan generosa y bondadosa, por tu trabajo increíble. Guardaré en mi corazón todos estos días tan gratificantes y los audios grabados para poder seguir practicando siempre que lo necesite

Un cálido abrazo a la distancia.

Horacio

Testimonio de Horacio
2020-07-14T12:49:22+02:00
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