Almudena de Andrés
Consultora de Armonía y Bienestar.Profesora de Mindfulness. Practising Teacher MBCT.
www.almudenadeandres.es
El pasado mes de Julio tuvo lugar en el Escorial el curso “Sobre el Aprendizaje del Silencio Consciente” dentro de los Cursos de Verano del Escorial que organiza la Universidad Complutense de Madrid. En este curso fui invitada, junto a la Dra. Ana María Álvarez, para compartir nuestra experiencia guiando el programa de “Terapia cognitiva basada en Mindfulness MBCT” en la Universidad Complutense.
El curso fue muy enriquecedor ya que abría la mirada a diversas experiencias de silencio y meditación, poniendo el acento en aquello que une en vez de aquello que separa.
El primer día las presentaciones asentaron las bases científicas que hacen que el silencio sea una necesidad en la vida de las personas, y como la práctica de la meditación modifica las redes neuronales, dando lugar a mejorar muchas de las funciones cognitivas de las personas.
En el segundo día se presentaron enfoques del silencio desde diferentes corrientes religiosas: Amigos del Silencio (cuyo introductor en España ha sido Pablo D’Ors a través de su libro Biografía del Silencio) presentaba el enfoque cristiano de la meditación, y Mardía Herrero nos adentraba en el silencio desde la perspectiva del sufismo. El tercer día se presentaron diferentes experiencias llevadas a la “vida real”, se habló de cómo se estaban llevando experiencias de silencio a hospitales, cárceles, colegios y empresas, y de la necesidad de silencio que hay actualmente en la sociedad.
La Dra. Ana María Álvarez, especialista en Prevención de Riesgos Laborales y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, y con quien colaboro, realizó una exposición muy clara de los altos índices de ansiedad y depresión en los que vive la sociedad, y las consecuencias que esto tiene tanto a nivel emocional como a nivel físico.
Y bajo ese contexto presentamos el programa MBCT, cuyo foco principal es esto, ayudar a regular los estados de ansiedad y evitar la recurrencia de depresiones, y cuya evidencia científica ha sido más que avalada por los numerosos estudios que se han realizado.
Compartimos además nuestra experiencia y el seguimiento que habíamos realizado de los alumnos que han pasado por el programa a lo largo del año y la satisfacción al saber que siguen practicando la meditación y que su calidad de vida ha mejorado notablemente, tal y como ellos mismos, han compartido con nosotras.
Este curso supuso un encuentro muy enriquecedor entre diferentes experiencias de silencio pero que comparten mucho más de lo que les separa.